Migración y tierra natal

Al migrar dejamos algo, es así, es un hecho fáctico, nos estamos yendo del país de
origen para habitar otro, pero…¿eso significa que dejamos de ser de ese país? que
se trate de un duelo, una pérdida, no se traduce en que estamos perdiendo nuestra
tierra. Siempre estará en nosotros, porque forma parte de nuestro ser, de
quienes somos
. Estamos eligiendo habitar en otro lugar pero estaremos siempre
ligados a ese sitio… Allí nacimos, allí construimos nuestra vida, no es algo que se
abandona. La posibilidad de elegir nos acerca o nos aleja más de dicho país pero la
conexión existirá siempre, es imposible de negar, aun si esa fuera la intención de
algunos.
Lo que hacemos al migrar es construir algo nuevo, un mix en donde el país de
orígen es la base, de allí tomamos todo lo que nos gusta y lo sumamos a todo lo que
nos gusta del lugar que estamos habitando.
Lo importante es que al migrar intentemos encontrar ese equilibrio entre lo
que se deja y lo que se gana
, que podamos construir nuestro propio lugar dentro
del lugar al que nos mudamos, que armemos nuestro entorno a nuestro gusto, que
formemos un hogar dentro de ese país de acogida. No todo viene dado por el lugar
al que llegamos… Hay que dar mucho de nosotros y eso a veces significa poner en
juego costumbres de la tierra natal, conocimientos o valores que traemos con
nosotros, que aprendimos en el lugar de origen.
El mix cultural hace mención justamente a algo que se fusiona con otra cosa
distinta, una mezcla, y eso no significa que esas cosas en sí mismas se pierdan. Si
mezclamos algunos aspectos de la cultura originaria como por ejemplo el tomar
mates por la tarde o el festejar el día de la madre en octubre, con aspectos de la
cultura de acogida como tomar café por las tardes y celebrar el día de la madre en
mayo, podemos tomar estos hechos y hacerlos a nuestra manera: un mix puede ser
el tomar mates por las mañanas y café por las tardes y festejar dos veces el día de
la madre o, armar una celebración entre esas dos fechas. Las posibilidades son tan
diversas como sujetos existen.
En el ejemplo puede verse como la costumbre se ve “alterada” pero no se pierde.
Si, perdemos muchas cosas al partir, pero también ganamos muchas otras y
aprendemos a valorar de otra manera y a ver con otra perspectiva aquello que
seguimos teniendo en el país de origen.
Con la globalización y la ola migratoria inmensa de estos tiempos, probablemente
encontremos cada vez más estos llamados “mix culturales” en donde se tendrá que
remarcar que de lo que se está haciendo forma parte de cierta cultura y qué de otra,
cohabitando, coexistiendo
Dejar el país de origen nos transforma, nos revoluciona, pero no dejamos de
formar parte de él
, lo llevamos dentro y en cada afecto que tenemos en ese lugar.
En cada recuerdo, en cada anécdota, en cada visita, en cada vínculo seguiremos
llevando en nosotros a nuestra tierra natal, abrazándola por todo lo que nos ha dado
y adaptando nuestras costumbres a las nuevas que vayamos conociendo en este
camino tan diverso, tan sinuoso y tan único que es la migración.

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